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Los transportistas no se beneficiarán de la caída del precio del petróleo debido a ineficiencias en la cadena de suministro y presión fiscal.

Los transportistas no se beneficiarán de la caída del precio del petróleo debido a ineficiencias en la cadena de suministro y presión fiscal.
Aunque el precio internacional del petróleo ha bajado significativamente, los transportistas no verán reflejado ese ahorro en sus costes operativos. Las razones principales son la presión fiscal, los nuevos peajes europeos y las ineficiencias en la cadena logística. Esta situación limita la competitividad del sector y exige reformas estructurales urgentes para que los beneficios del crudo barato lleguen realmente al transporte por carretera.

🚛 Los transportistas quedan al margen de la caída del precio del petróleo

Aunque el precio internacional del petróleo ha registrado una notable caída en los últimos meses, los transportistas no podrán beneficiarse de esta tendencia a la baja. Según un análisis publicado por Cadena de Suministro, se prevé que el barril de Brent cierre 2025 en torno a los 68 dólares, y que en 2026 se sitúe entre 52 y 60 dólares, lo que supondría una reducción anual de entre 12% y 24%.

Sin embargo, esta bajada no se traducirá en un alivio para el sector del transporte por carretera. Las razones principales son:

  • Ineficiencias persistentes en la cadena de suministro, que impiden que los ahorros en combustible se reflejen en los costes operativos.

  • Aumento de la presión fiscal, con nuevos peajes y normativas europeas que encarecen la actividad logística.

  • Demanda inestable, especialmente en sectores industriales, que limita la capacidad de negociación de los transportistas.

Además, el informe de Ruta del Transporte destaca que la implantación de nuevos modelos de peajes, como los derivados de la directiva Euroviñeta, incrementará los costes fijos para los operadores logísticos, neutralizando cualquier ventaja derivada del abaratamiento del crudo.

Mientras tanto, otros sectores como el aéreo y el refinador sí están logrando mejorar sus márgenes gracias al petróleo barato, lo que pone de manifiesto la desigual distribución de beneficios en la cadena energética.

Conclusión: Aunque el mercado internacional del petróleo ofrece señales de moderación en los precios, los transportistas seguirán enfrentando desafíos estructurales que les impiden capitalizar esta coyuntura favorable. La necesidad de reformas en la cadena de suministro y una revisión de la fiscalidad del transporte se vuelve más urgente que nunca.